Breve descripción de la villa
Fañanás pertenece a la comarca de La Hoya de Huesca (Plana de Uesca), y está situada a 15 Km de Huesca capital, a 3 Km del aeropuerto Huesca-Pirineos, y a 4 Km del acceso de Siétamo a la autovía A-22 (Huesca-Lérida). El centro de la Plaza Mayor, a una altitud de 491 m sobre el nivel del mar, tiene las coordenadas geográficas 42º 4' 32'' de latitud Norte y 0º 16' 24'' de longitud Oeste. Con la Sierra de Guara al Norte, el término es atravesado de Norte a Sur por el río Guatizalema, que discurre siguiendo la orografía marcada por los montes próximos: La Solana (587 m), Tozal Redondo (604 m), La Oliva (594 m), Anador (575 m) y Tozal de Bureta (515 m).
El significado etimológico del topónimo Fañanás, de raíz íbera, es "sobre el río", y las primeras referencias documentales que se conservan de este topónimo se dan en dos documentos de los años 970 y 994, ambos pertenecientes al Cartulario del Monasterio de San Juan de la Peña.
El importante castillo musulmán que tuvo la villa, construido durante la ocupación árabe, fue reconquistado el año 1063 por el rey aragonés Sancho Ramírez, que designó como tenente temporal del mismo a Ariol Íñiguez. El nombre de la localidad es posible que guarde alguna relación con un lugar llamado también Fañanás, hoy despoblado, que perteneció al Abadiado de San Juan de la Peña y se encontraba dentro del actual término de Salinas de Jaca, perteneciente al municipio de Las Peñas de Riglos, junto al río Asabón. En ese lugar tuvo su primitiva casa solar el noble y antiguo linaje aragonés de los Fañanás, que después pasó a Biescas y de ahí a otras poblaciones, linaje que tuvo un importante papel en la historia de Aragón en general y en la reconquista de Huesca y Zaragoza en particular. Es posible que entre el ejército de Sancho Ramírez, o los primeros repobladores de la villa, hubiera gentes de aquel lugar o linaje que bautizaran el nuevo territorio reconquistado con este nombre.
Los cambios en las grafías de localidades, lugares geográficos, apellidos, etc., han sido bastante habituales a lo largo de la historia, pues los párrocos, notarios y escribanos anotaban de la forma que les parecía más correcta la información que les llegaba, casi siempre de oído, sin posteriores correcciones. También existían variantes dialectales de las palabras y cambios de grafía al escribir los fonemas en las distintas lenguas romances, como el empleo de las letras in, yn, ni, nj, ny, gn, nn, etc., para representar el fonema del latín vulgar que hoy en día escribimos como ñ. Como consecuencia, el topónimo Fañanás aparece escrito en distintos documentos con muy distintas grafías: Fanyanas, Fagnanares, Fagnares, Fagnonares, Faianas, Fainanas, Fajnares, Falnanas, Fanganares, Fangenars, Fanianares, Faniares, Fannanares, Fannanas, Fannaniares, Fannares, Fannenares, Fanneniares, Fayanas, Fayannas, Faynanas, Faynnanas, etc.
La ciudad de Huesca, la llamada Osca por romanos y visigodos durante más de nueve siglos, y Wasqa por los musulmanes durante casi cuatro siglos, es reconquistada el 24 de Noviembre de 1096 por el rey aragonés Pedro I, tras la famosa batalla de Alcoraz. La antigua capital y sede episcopal del Reino de Aragón, que estaba establecida en Jaca, es trasladada a Huesca, y la mezquita mayor, que había sido construida sobre una antigua iglesia visigoda, se consagra como catedral. El rey debe dotar a la catedral de propiedades, cuyas tributaciones permitan mantener el culto y la subsistencia del obispo y el cabildo, para lo cual firma el documento de donación real del 5 de Abril de 1097:
". . . Pedro I dona a la catedral las posesiones de la mezquita, más para remedio de su alma y las de sus padres y por la salud de su hijo Pedro, el Castillo y Villa llamados de Fañanás, cerca de Alcalá . . .".
La donación se realiza junto con las poblaciones de Alcalá del Obispo y Sesa, creándose así el Señorío del Obispo de Huesca, al que pertenecerá Fañanás durante más de siete siglos, hasta que en 1834 logra su independencia municipal con jurisdicción civil y penal propia.
Poco después, en 1845, se anexiona la localidad de Ola al municipio de Fañanás, permaneciendo así su ayuntamiento hasta 1971, cuando se decide su incorporación al municipio de Alcalá del Obispo, el cual engloba desde entonces las localidades de Alcalá del Obispo, Fañanás, Ola y Pueyo de Fañanás.
Espacio urbano
El trazado urbano presenta una planimetría irregular, con un compacto grupo de edificaciones en torno a la Plaza Mayor, que incluye el conjunto medieval, una prolongación longitudinal en dirección Noroeste, con viviendas a ambos lados de la Calle del Molino y de la calle de La Paz, y un grupo más reducido de viviendas al sur de la carretera A-1217.
Vista aérea de Fañanás desde el Sur © Aeronor (www.aeronor.es - Referencia 5174)
Calle de Alcalá
Calle de la Iglesia
Calle de Bureta
Calle de la Paz
Plaza Mayor con el frontón y la antigua fuente
Calle de la Paz con la Plaza Mayor al fondo
Gentilicio y motes
El gentilicio moderno para los habitantes de Fañanás es el de fañanasinas/fañanasinos.
Son pocas las poblaciones aragonesas que no disponen de algún apodo/mote (o varios) para sus habitantes, otorgado por vecinos de otras localidades en algún momento de la historia, cuyo origen está en el olvido en muchos casos, y que se utilizaba en ocasiones como sustituto del gentilicio, aunque hoy en día ha caído prácticamente en desuso. Su origen puede estar en un hecho histórico (memojos, los de Siétamo), un oficio característico (quinquilaires, los de Albero Alto; relojeros, los de Lascellas; paveros, los de Novales); cualidades del territorio (cheposos, los de Zaragoza; brincatroncos, los de Broto); cualidades morales (plancháus y radehuesos, los de Argavieso; fatos, los de Huesca; nenes, los de Barbastro; chandros, los de Pertusa); cualidades asociadas a animales (rabosos, los de Bespén), etc.
Según la completa recopilación de motes incluída en la Gran Enciclopedia Aragonesa, el apodo que se daba a los habitantes de Fañanás era el de franceses, y los correspondientes a las localidades con las que comparte municipio eran: monarcos y rademás para los de Alcalá del Obispo; gazapos y perros para los de Ola; y pitarros y poyeros para los de Pueyo de Fañanás.
Ornamentos heráldicos
Escudo de los Sancho (1784) - Realce virtual de la leyenda
Portada de la Calle de la Iglesia nº 6 (primera Casa Vallés)
Detalle del escudo superior de la Calle de la Iglesia nº 6
Escudo en un arco de la Calle Baja
Detalle del escudo (1783)
Escudo de 1577 en la Calle del Pino (Casa Bara)
Placa de construcción en la Calle Mayor (1886)
Artesanía en los tejados
Al visitar una localidad, además de observar su arquitectura constructiva y sus elementos arquitectónicos menores, también es habitual pararse ocasionalmente a admirar los diversos elementos ornamentales fabricados en hierro forjado, tales como placas de construcción, aldabas, bocallaves, rejas, verjas, goznes, faroles, cerrojos, cerrajas, etc.
En Fañanás, quizás porque es necesario mirar el cielo a diario, pues las cosechas dependen de él, la sorpresa se produce cuando se alza la mirada, y es que sus veletas son muy curiosas, pues junto a los habituales gallos nos encontramos con diseños que hacen referencia a la agricultura, a la caza, e incluso a la mitología y a la magia, como la bruja sobre la escoba, un recordatorio de las largas y mágicas noches de San Juan.
Servicios sociales
Fañanás cuenta con un colegio rural asociado al C.R.A. Montearagón, piscina municipal, un espacioso y diáfano salón multiusos y una casa consistorial con espacios reservados para consultorio médico, telecentro y salón social. En el salón social es donde se organizan la mayor parte de las exposiciones, charlas y actos programados en la localidad.
Tarde lluviosa
La iglesia parroquial durante las nevadas de 2001 © Rubén Asín Abió
Tozal de Anador al amanecer
Alcalá del Obispo al atardecer
Foto de encabezado: Fragmento de vista aérea de Fañanás desde el Sur © Aeronor (www.aeronor.es - Referencia 5174)